"El cuento carnavalero"

Comenzaré con una breve introducción sobre el carnaval.

Pues bien, el carnaval es una celebración arraigada a la religión. Su origen comienza hace más de 5000 años en festejos de gente de clase social alta. Eran fiestas muy diferentes a las de ahora, puesto que, en sus inicios consistía simplemente en llevar una máscara, lo que fue cambiando de manera gradual. Hoy en día, el carnaval cuenta con numerosos festejos llenos de desfiles y diversión. Las celebraciones más importantes se realizan en Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Cádiz, Murcia, Bolivia, Venecia, Colombia, México y Brasil. Ahora, os voy a comentar un breve relato encaminado a la diferencia de roles y los valores equívocos que se siguen transmitiendo.

Mi cuento...¡Abajo las princesas!

Llega el carnaval, Raquel y sus amigas deciden hacer una fiesta de disfraces.

 Raquel les pregunta a sus amigas que de qué les gustaría disfrazarse y ellas les responden:

-Yo de princesa cisne.

-Pues yo de la bella durmiente.

-A mí me gustaría de cenicienta.

-Yo siempre he querido ser la princesa Triana.

Raquel las observa y les pregunta que porqué han decidido disfrazarse todas de princesas.

Las amigas le dicen que de qué se van a disfrazar sino, que qué rara es.

Raquel, entristecida por las respuestas de sus amigas les vuelve a preguntar, ¿por qué queréis ser princesas?

Las amigas se miran, se ríen y le responden:

Porque son muy guapas, tienen el pelo largo, llevan unos vestidos maravillosos y tienen un príncipe con mucho dinero que les permite vivir en castillos con carrozas preciosas y unos caballos muy grandes. Así nuestros novios serán unos chicos guapísimos y nos regalarán muchas cosas.

Raquel tiene unos valores muy diferentes, a ella le llama la atención otros aspectos que a sus amigas no se les pasa por la imaginación.

Entonces ellas se disponen a preguntarle que de qué piensa disfrazarse.

 Ella, les responde:

Me disfrazaré de esmeralda pero no porque tenga el pelo largo y sea guapa, sino porque es valiente, decidida y con un carácter fuerte.

Las amigas fijan sus miradas en ella y le dicen todas a la vez:

Y tu novio es el feo de Cuasimodo. Se echan a reír.

Raquel muy contenta con su decisión las mira y les contesta:

No hay príncipe que permanezca joven para toda la vida, y sí, quizás cuasimodo no es un príncipe azul pero es una persona sensible, cariñoso y bondadoso, eso, amigas, es algo más importante que el dinero y la belleza.

Reflexión personal:

Es un cuento que se asemeja a la cruel realidad. Con él, quiero reflejar los roles que se atribuyen por género desde que somos pequeños. Podrían ir de superman, de animales, pero no, la realidad es que la mayoría de las niñas les gusta disfrazarse de princesas. Que si la princesa frozen, rapuncel... El tiempo pasa y se sigue perpetuando esta ideología. No nos damos cuenta de que seguimos haciendo las cosas mal o simplemente, no nos importa. La publicidad y los canales televisivos son principalmente los causantes de esta contingencia de ideologías y valores pero también padres y madres. Todavía escucho parejas que riñen porque su hijo mira mucho las barbies en las revistas de navidad. Pienso que se debería invertir más en campañas de sensibilización para erradicar todo esto. Estamos dentro de una sociedad en la que sólo importa el estilo y el estatus, sí, el estatus. Aparentar u obtener bienes innecesarios para fardar de ello. A esto le sumo la continua chapa de cómo tiene que ir vestida una niña bebe, poniéndoles vestidos incómodos solo porque la niña va más mona. Esto es transmitido a vuestros hijos señoras y señores, y lo muestran queriendo disfraces de princesas, soñando con príncipes que no son reales.